miércoles, 4 de marzo de 2015

SDLD - Cap.2 e)

Heeeyyy, ¿Que tal, nubecitas esponjosas?

Espero disculpeis mi actualización tan entrada en la noche. Este finde semana (más bien el jueves por la noche) vienen unos amigos a casa y hemos estado de limpieza. Pero me ha dado tiempo ha escribiros el final del capitulo 2, que ya tocaba. Apartir de ahora se resuelven todas (o casi todas) las incognitas de nuestros protagonistas.

Y bueno, estoy enganchada un nuevo manga (justo estaba escribiendo la historia de Shiraga y he conocido a un personaje moniiisimo del mismo estilo) se llama :"Kamisama Hajimemashita". Os lo recomiendo.


Si no me gusta lo que hay...
Tambien os informo de mi nuevo blog, un poco más personal: "El aullido del lobo ovejero". Soy un tanto crítica con todo y lo podreis comprobar allí. Si quereis claro jajaja. Suelo sacarle mucha a punta a las cosas (lo siento u.u) y precisamente por eso, si algo no me gusta, lo digo. Y de eso trata el blog.


Sin más dilación, la historia :D
Espero que os guste.
Saludos.

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Mientras ellos continuaban con la pequeña batalla, Javier, detrás de unos pequeños arbustos, intentaba proteger con su cuerpo a Olivia, la cual escuchaba costosamente la conversación que tenían Maiga y Coriu, preocupada por si el desconocido le hacía daño un tanto impotente ante la situación.
            - ¿Qué es lo que acaba de decir? - preguntó Olivia, sorprendida - ¿Javi?

Sin embargo, Javier no respondió. Seguía sin prestarle atención, mirando fijamente como volaban los puñetazos, patadas, cintas, cabezazos y demás movimientos en la batalla que estaba librando su amigo. No podía hacer nada, su prioridad era proteger a Olivia y a Nubia.
            - ¡Javier! ¡Dímelo!
            - ¡Javi! ¿Estáis bien? - preguntó Maiga, al tiempo que oía un “Error” y recibía un puñetazo en el hombro, consiguiendo arrastrarlo hacia atrás y perder el equilibrio.
            - Tranquilo - dijo Javier a su oído, cogiéndolo al vuelo - Vamos, levanta.
            - ¿Eh? - miró hacia ambos lados, buscando a su contrincante - ¿Dónde está Coriu?
Los dos miraron hacia donde estaba Olivia y confirmaron sus sospechas. Coriu se encontraba encima de los arbustos, con una gracilidad que solo él poseía. Su sonrisa sorprendió a Olivia, la cual se alejó un paso hacia atrás.
            - Hola preciosa - dijo Coriu, con su dulce sonrisa pintada en su rostro - ¿Cómo estás? Espero no haberte asustado con todo este espectáculo.
            - Estoy bien… - susurró Olivia, confundida ante su propia respuesta - No me has asustado con tu estúpido exhibicionismo.
            - Oh… - se encogió de hombros y cogió a Olivia por los hombros, acercándola para sí - No quiero llevarme mal contigo, preciosa.
            - ¡Eh! Quítame tus manos de encima - gritó, golpeándole en el pecho, intentando quitárselo de encima - ¿Qué es lo que quieres?
            - Tranquila, tu solo confía en mí.

Olivia se quedó prendada del contacto visual entre sus ojos y los hipnóticos ambarinos de Coriu, el cual volvió a cogerla, esta vez por la cintura, suavemente. Tenía una calidez misteriosa, un aire familiar que parecía que hacía mucho tiempo que no experimentaba y una sensación de añoranza que la hizo cogerle la mano con firmeza.
            - Vale.
            - ¡Suéltala! - gritó Maiga, corriendo hacia ellos.

Apretando su cuerpo con el de él, Coriu dejó que Olivia le agarrara con fuerza de la camisa mientras se apartaba de un salto de las garras de un furioso Maiga. Su cara furiosa le produjo una gran satisfacción, pero el tacto de las manos y el cuerpo de Olivia era abrasador, sin poder evitar sonreír. Aterrizó sobre el felpudo de “Bienvenido” de la puerta principal, donde Nubia no hacia ni 5 minutos que había abierto la puerta, en la cual estaba agazapada detrás de ella, impotente.
            - Por favor, déjala - dijo Nubia, sin titubear, como si fuera más una orden que una súplica.
            - Relájate, mujer - sonrió Coriu, mirándola brevemente para volver a posar su mirada amable en Olivia - Todavía no me la voy a llevar. Prefiero que vosotros la preparéis para lo que le espera. Hasta pronto, mi preciosa princesa - susurró dulcemente, acariciándole la mejilla con sus ásperos nudillos.

Olivia no pudo reprimir un escalofrío. Sin embargo, no dejó de mirarlo a los ojos, serena, tranquila. Sentía una mezcla de emociones en su interior que apenas entendía. La adrenalina no dejaba que pensara con claridad, pero algo le decía que le conocía aunque algo había cambiado y le alarmaba, haciendo que no llegara a confiar en él. Lentamente, se alejó de esa mano para acercarse a Nubia dentro de la casa, sintiéndose a salvo.
            - Lo dudo mucho.
Una dulce y pícara media sonrisa se dibujó en la comisura de sus labios besando un mechón de su pelo, antes de alejarse a gran velocidad para aparecer a escasos metros de Maiga, aun apoyado en Javier.
            - Bueno, mi queridísimo amigo Maiga - dijo Coriu, con cierto tono juguetón, aun con la sonrisa en su rostro - No puedo quitarte la vida, pero tranquilo - le miró fijamente, serio, sin un sentimiento alguno - El día que quedaras completamente solo y vacío llegará muy pronto…
La tensión que había creado se rompió en unos segundos cuando sonrió súbitamente, despidiéndose de Javier con un extraño saludo antes de desaparecer. Un largo silencio llenó el vacío que dejó Coriu al marcharse. Javier y Maiga se miraron preocupados, indecisos de si su enemigo había marchado de verdad. Ya barriendo el terreno y asegurando así su seguridad, respiraron tranquilos antes de observar a Olivia, la cual hablaba nerviosa con Nubia mientras ella revisaba que no tenía ningún rasguño.
Sabían que ella tenía muchas dudas y la aparición de Coriu no había echo más que crear más confusión. Maiga frunció el ceño. Sabía demasiadas cosas como para estar tranquilo al ver como Olivia había tenido contacto con Coriu. Debía explicar las cosas antes de que se descontrolara más la situación.
            - Me parece - susurró Javier - Que habrá que decirle la verdad ¿no?
            - Me hubiera gustado que hubiera sido de otra manera, pero… hay que darle una explicación.
                                                                       ***
Por un pasillo con poca iluminación de baldosas blancas con dibujos extraños que Coriu conocía muy bien, caminaba hacia el final de este, hacia una sala de grandes ventanas, donde al fondo una persona, sentada en un enorme trono dorado, se encontraba rodeada de distintos seres. Al detectar la presencia de Coriu, las criaturas se giraron hacia él y a medida que se acercaba, iban convirtiéndose en polvo y las estatuas alojadas en esa misma sala, adquirían un tenue azul claro.
Al llegar a pocos metros del trono, se arrodilló ante una mujer de figura imponente.
            - ¿Qué ha ocurrido? - dijo una voz femenina.
            - Estaban Nubia y Olivia pero…
La chica pegó un puñetazo en el asiento, retumbando este por toda la habitación. Las criaturas se retorcían en las estatuas, sin embargo, Coriu no se inmutó. Si mostraba algún sentimiento solo encontraría dolor y sufrimiento. Y ya había aprendido hace mucho a no mostrar nada delante de su ama.
            - ¡No me valen excusas! Te dije que solo vigilaras a Maiga, para ver si el colgante era por fin de Olivia y así, podría reclamar su poder. No te dije que intervinieras a no ser que Maiga se sobrepasara o corrieras peligro.
            - Pero noté una descarga de energía por parte de ella y pensé que…
            - ¿Otra vez excusas? - suspiró exasperada. - No te habrás encaprichado, ¿verdad?
            - No. Yo solo siento devoción por ti.
            - Lo se - dijo ella, sonriendo frívolamente - Dentro de poco, ni Maiga ni Javier serán un problema y la pequeña Olivia será nuestra. El futuro que le espera es demasiado fuerte para una mente tan frágil. La oscuridad por fin tendrá el poder suficiente para controlarlo todo.
            - ¿Y que ocurre con Nubia?
            - De eso se encargará “ella”
            - … ¿Estás segura?
            - Confía en mí.
            - Sí, mi señora - dijo Coriu, al tiempo que con la cabeza gacha, se levantaba. Como si de un soplo de viento se tratara, desapareció.
Aun dentro de la sala, una pequeña risa retumbó en las paredes. Una sonrisa se dibujó en el rostro de la mujer del trono, rodeada con un aura más negra que el carbón. Sus ojos negros relucieron con fuerza.
            - Oh mi querida Olivia. No tienes ni idea del peso que tienes en tus hombros ni del que tendrás que soportar.

2 comentarios:

  1. Impactada me hallo xD
    No, ahora en serio, me dejas con ganas de mas, porque ya por fin comienza la acción y es impactante, y quiero saber más a pesar de que la semana pasada me hicieras resumen general.
    Así que nada, me quedo con las ganas de saber más y espero con paciencia el capítulo 3.
    ¡Un besín!

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    1. Jajajaja No te quejes, que eres la única afortunada que sabe toda la historia.
      Tranquila, que sigo pensando en el capitulo 3, incluso en mis pesadillas. Ya sabes como está de lioso esa parte xd
      Y sigue esperando, porque tardaré en subir, lo más seguro.
      Gaxias por venir.
      Besos

      <3

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