jueves, 20 de noviembre de 2014

Cuentame tu historia 3

Buenas queridos visitantes:

Despues de todo el lio con el Salon del Manga de Murcia (como bien anuncié en mi anterior entrada )
ya estoy a vuestra entera disposición (quitando del cuidado de mi hamster y de las asignaturas del conservatorio ) y como bien atrasado tengo esto, hoy os deleitaré con un poco de nuevo producto ( nuevo trabajo: comercial ).

Copio y pego la información que nos ha dejado la iniciativa Cuentame tu historia (enlace incluido ), en la izquierda de la pagina web, como siempre, os lleva directamente hacia la pagina donde nuestras queridisimas amigas, nos proponen nuevos retos con los que desarrollar nuestra fantástica imaginación. Estais todos invitados.

--->En este "Cuentame tu historia" hay varios personajes en los que debes elegir.

Nombre: Ayleen 
Característica: bruja 
Físico: pelo largo y moreno, ojos ámbar, complexión delgada, huesos marcados. 
Situación: debido a ciertos acontecimientos relacionados con ella y que han ocurrido a su alrededor, la acusaciones de brujería han ido tomando peso.


Nombre: Kalen 
Físico: alto, delgaducho, moreno Personalidad: solitario, emocional 
Situación: en la noche de Halloween, pasea por el cementerio. Y ve algo que no debería haber visto.

Nombre: Suria 
Característica: sirena 
Físico:-Humana: a vuestra elección
-Sirena: cabello entre verde y azul (podéis asemejarlo a las algas o algo parecido), ojos sin pupila, verdes. El resto de características las podéis elegir vosotros. 
Situación: no te dejes engañar por su belleza. Estas criaturas no son lo que parece y en la noche de brujas, donde todo vale, su poder es más fuerte. Ten cuidado.

Nombre: Enya
Característica: fantasma de una niña
Situación: su espectro incorpóreo vaga sin descanso, atado a un pasado que no puede olvidar. A un pasado horrible que quedó grabado en su mente.


Todos los nombres que he usado son de origen celta. Como nota importante, aunque una de las reglas es que los personajes propuestos sean protagonistas de la historia por tanto, se cuente desde su punto de vista, no es necesario hagáis esto con la sirena y el fantasma. Siempre y cuando sean ejes centrales de vuestro relato, podéis incluir nuevos personajes como narradores.

Y como estoy en mi derecho, cojo tres personajes jajajja
P.D. Lo iba a subir el lunes pero no ha podido ser. Perdón por que sea tan largo. u.u 
RECOMPENSA DE LA ESPERA, AL FINAL DE LA HISTORIA :3
****************************
Era la noche de brujas, halloween, dia de los muertos, etc. El 31 de octubre tiene muchos nombres, pero todos significan lo mismo. El terror llenan las calles, las casas y a las criaturas que habitan la tierra, tanto humanos como seres sobrenaturales, tanto vivos como muertos. Es una noche dedicada a los asuntos más oscuros, dejando desatar el mal que habita en el planeta. Si de verdad existe el diablo, es su día favorito del año.

En los institutos, era típico realizar varios "rituales" de iniciación para los que comenzaban la etapa de la adolescencia y Kalen, un chico de intercambio, alto y delgaducho, no era una escepción. Solía ser un chaval solitario, sin destacar entre la multitud pero cuando los padres de un adolescente hacen presión para que se integre en la sociedad, conllevaba a que participara en las actividades sociales por excelencia, eso incluía las novatadas.

Tampoco es que fuera algo dificil, pensó Kalen : Pasar una noche en el cementerio acompañado solo de una linterna. Ya había estado más veces allí, visitando a su difunto padre desde un par de años atras. No era precisamente un lugar agradable, pero las flores que cambiaba periodicamente de su tumba, daban un poco de color al lúgrube lugar.

 "Por la noche, el ambiente es demasiado humedo" pensó Kalen, frotandose los brazos para intentar entrar un poco en calor.

No estaba solo, lo sabía. Algunos de sus compañeros habían hecho otras pruebas en otros lados, no sabía muy bien el que, pero otros, al igual que él, vagueaban por el cementerio. Y seguramente, el enterrador o el guarda del lugar también andarían por ahí, cumpliendo su trabajo. 

-¡Ayuda! - se oyó una aguda voz, no muy lejos de donde se encontraba Kalen. 

El grito lo oyó con total claridad pero, estando donde estaba, en mitad de una "prueba", asique no sabía si sería una broma o realmente alguien necesitaba ayuda.

-¡Socorro!- gritó una voz femenina otra vez.

Suspiró frustado. Su mente le obligló a ir a ayudar a la voz misteriosa, más bien, la enseñanza de su madre de ayudar al prógimo. Se levantó de la tumba de su padre y arreglando un poco las flores, emprendió la marcha espolsandose el polvo de los pantalones. Sin embargo, en cuanto dió dos pasos, la visión se le comenzó a nublar. Un mareo súbito hizo que perdiera un poco el equilibrio pero no lo suficiente como para caerse. Apoyándose en una lápida, logró divisar una pequeña figura.

-¿Hola? - dijo Kalen, un tanto jadeante.
-Ayuda - oyó un tanto más flojo.

Pudo distinguir la silueta de una niña de unos nueve años. El pelo largo le llegaba hasta los codos y su tez demasiado blanca confundía todavia más al chico. El sonido de las olas chocando contra las rocas conseguia que no se desmayara.

-Alejate de ahí.
-No - susurró la niña, extendiendo la mano mientras daba un paso hacia atras - No me cojeras.

Notaba el frio del mar en su nuca, erizando su cabello; las nauseas inundaban su cuerpo, pero intentaba soportar la compostura para poder evitar un accidente. No sabía muy que estaba ocurriendo, aun así solo tenía que claro que debía salvar a esa niña.

- Ven aquí - dijo haciendo señales con la mano para que se acercara a él.
- Jamás - sonrió y colocando sus brazos en cruz sobre su pecho, se impulsó hacia atras por el acantilado.
- ¡No! - gritó Kalen, lanzandose.
- ¡No! - gritó una desconocida, empujando a Kalen hacia atras, evitando que cayera en una fosa bastante profunda.

Con un golpe sordo, cayeron al lado de unas tumbas con sus respectivas lápidas, las cuales, de milagro rompen con la cabeza. Ella se levantó primero, un tanto mosqueada aun encima de Kalen. Aun un tanto atudido, empezó a pestañear pero antes de mediar palabra, la chica suspiró fuerte.

-¿Se puede saber que demonios hacias? - preguntó un tanto indignada.
-¿Como? - respondió él, llevandose la mano a la cabeza.

Aunque la joven hablaba por los codos, Kalen no le prestaba atención. Estaba intentando asimilar lo que había sucedido. ¿Que diablos había visto? ¿Era una novatada? Estaba completamente seguro de que había visto una niña y un acantilado; había notado el aire frio del mar y su olor a sal. Sin embargo, estaban a cientos de kilometros de cualquier playa u algo parecido a una gran extension de agua salada.

- ¡¿Pero me estas excuchando?! - gritó ella, consiguiendo que Kalen volviera en sí.
- No...
- ¡Jum! - resopló - Encima de que te e salvado la vida.
- Lo siento. Estaba un tanto confuso. - confesó, levantandose rápidamente y ofreciendole la mano.
- No pasa nada. Me llamo Suria. 
- Kalen. ¿También estás aquí por la novatada o por gusto?
- Novatada. 

Emprendieron camino hacia la entrada del cementerio, ya que faltaban un par de horas hasta el amanecer y con ello, el fin del día y de la prueba.

-No pareces muy asustada. - dijo Kalen, viendo como estaba bastante calmada para el sitio en el que se encontraban.
-Suelo venir aquí a ver a mis seres queridos.
-Oh, lo siento. - agachó la cabeza, pensando que había sido un tanto insensible. - Yo tambien vengo a visitar a mi padre.
- Mi pesame - dijo Suria, con una debil sonrisa. - Mira, allí está la salida.
- Perfecto.

Cuando Kalen tocó la rendija de la puerta, notó un frio escalofrio en la espalda, consiguiendo que se girara intrigado ante tal sensación. Pestañeo varias veces, sin creerse lo que veía.

-¿Que ocurre? - preguntó Suria, mirando extraña a Kalen, el cual miraba a la nada, un tanto sorprendido.
- ¿No lo ves? - dijo él, señalando hacia donde supuestamente estaba la niña ha varios metros de ellos - Debo de estar alucinando.
- Si esto es una especie de broma, ya basta. Creo que e tenido suficiente por hoy. 

Sin que le diera tiempo a replicar, Suria cogió a Kalen de la manga, arrastrandolo hacia fuera del cementerio, donde las luces de las farolas, conseguían que el lugar no fuera tan siniestro. Aun se veían algunas luces dentro del lugar, pero prefirieron seguir adelante, no sin que Kalen echara de vez en cuando la vista hacia atras. La pequeña le estaba siguiendo

- ¿Kalen?
- ¿Mmm? - reaccionó ante la llamada de Suria. La miró a los ojos. No se había dado cuenta hasta ese momento de que era bastante guapa. Su tez morena resaltaba con sus azules ojos, los cuales destacaban todavía mas con la gama de negros y castaños que inundaban sus cabellos, largos. 

- Intento interactuar contigo pero estás distraido. - siguió caminando, repizcandose las manos - se que no es agradable hablar con un extraño, por eso creo que deberiamos conocernos mejor, ¿no?
- ¿Eh? Claro... Perdoname. - dijo Kalen, frotandose los ojos - Es que estaba pensando que deberíamos ir al colegio para demostrar que hemos superado la prueba.
-¡Ah! - sonrió Suria - Van ha hacer una especie de fiesta al lado del rio. Para los que hemos pasado la prueba.
- ¿Ah si? ¿Como sabes eso? 

Sonrió enseñando los dientes, acto que consiguió que Kalen olvidara su nueva compañia eterea por unos minutos.

- Llevo aquí muchisimo tiempo. Es normal que sepa de las actividades del instituto.
- ¿No eres nueva?
- No, soy de tercer año. Me gustan mucho estos eventos y soy una de las encargadas de que todo salga bien.
- Ah, por eso me ayudastes.
- Hombre, no iba a dejar que te cayeras a una fosa así como así. - rió.

Un rato después de estar charlando, Kalen notó de nuevo el escalofrió, pero esa vez en el hombro derecho. Intentando disimular su asombro, miró hacia el otro lado, volviendo la vista hacia Suria, pero la niña seguía posada en su hombro.

"Parece buena chica"
- ¡Ay! Me está sonando el movil - dijo Kalen, a modo de excusa - Dame un segundo.
- Claro, yo aprovecho para confirmar el sitio de encuentro.

Alejandose un poco de Suria, el chico se escondió detras de unos arbustos, intentando que no le viera hablar con lo que supuestamente no debería estar ahí.

-¿Que demonios eres? ¿Porque me sigues?
"Eres un buen chico. Por eso quería ver tus últimos momentos"
-¿Como?
"Seremos buenos amigos"

En unos segundos, el fantasma desapareció dejando en el aire un susurro. "Disfruta del resto de tu vida". Sin entender muy bien a que se refería o si se trataba de alguna broma, salió de su escondite para reunirse con Suria, la cual estaba colgando el telefono, sonriente.

-¿Todo bien? - preguntó Suria, aun con la sonrisa dibujada en su rostro.
- Si, mi madre. - sonrió - Siempre está preocupada.
- Madres. Sufriendo 24 horas por la seguridad de sus niños.
- Jajaja, muy cierto.

Emprendieron la marcha, sin darse cuenta de que la pequeña sombra, les seguía de nuevo.

--

Después de una hora andando y conversando, de la cual Kalen ni se dió cuenta de que había transcurrido tanto tiempo, llegaron a un pequeño claro, donde habían bastantes adolescentes bebiendo, con musica y disfraces, disfrutando del día de Halloween.

- Ya hemos llegado - dijo Suria, avanzando rápido hacia la multitud.
- ¡Espera! No me dejes solo.
"No estás solo"

 Dió un pequeño salto ante la nueva aparición del fantasma. Negando con la cabeza, intentando despreciar su existencia, siguió el camino que su nueva amiga había emprendido. 

"No deberías alejarte tanto de Suria"
- Eso intento - susurró para que nadie oyera, más que el fantasma. - Suria.
- Ah, Kalen. Lo siento - se disculpó, dandole un abrazo - Tenía que informar a mis compañeros de las novedades de la prueba del cementerio.
-Claro. ¿Que te apetece hacer?
- ¿Nos damos un pequeño baño?
-¿Como? - preguntó un enrojecido Kalen. 
- Vamos, el agua no mata a nadie - dijo Suria, volviendolo a coger de la manga y arrastrandolo hacia la orilla del pequeño rio.

Quitandose los zapatos, los calcetines y los pantalones, dejándose la camiseta y la ropa interior, Suria se zambulló en el agua, la cual cubría levemente hasta sus hombros. Kalen, un tanto nervioso, se quedó descalzo en la orilla, sin saber muy bien que hacer.

- Venga, cobarde - dijo, haciendole señas de que entrara - No cubre tanto, por lo menos aquí. 
- Es que...
- Va, no me dejes sola aquí dentro - suplicó, haciendo pucheros.

Suspirando, se quitó la camiseta y aun con los pantalones cortos, se metió lentamente en el agua, quedandose a un par de metros de Suria. El agua estaba perfecta. 

- El agua está perfecta.
- Si, perfecta... - susurró Suria, con una sonrisa, zambullendose.
- ¿Suria?

Sin saber por que, el panico comenzó a apoderarse de su cuerpo, el cual no respondia a su llamada de socorro e intentar salir del agua. De pronto, unos brazos escamosos le rodearon los hombros; unos cabellos verdes azulados se posaron su cuello y rodeando su cuerpo en el agua.

- Ya eres mío, pequeño humano.
- ¿Qué eres?
- ¿Que pasa? ¿Nunca has visto una sirena?

Moviendo su cola, centelleó sus escamas por debajo del agua gracias a luz de la luna que se reflejaba en el rio, consiguiendo que Kalen la viera. Con todas sus fuerzas, intentó soltarse de esos brazos un tanto resbaladizos, pero era imposible.

- El agua es mi territorio, Kalen. Ya no tienes escapatoria.
- ¿Porque haces esto?
- ¿Porque? Varias razones...- dijo Suria, dandole la vuelta para poder ver su rostro. - Una de ellas es porque tengo hambre y como deberías saber, las sirenas somos seres sobrenaturales que embrujamos a los hombres para que se enamoren de nosotras y así poder comernoslos.

Abrió los ojos y observó a su cazador. Aunque su rostro tenía la misma forma, ya no tenía orejas. Unas branquias azuladas brillantes sobresalian entre su cabello verdoso y las escamas que habia notado en sus brazos, comenzaban desde la garganta y se perdian por su pecho. Cuando esta sonrió, pudo ver millones de dientes afilados, junto con unos ojos sin pupila. 

- Y porque le debo un favor a una amiga.

Sin previo aviso, abrió la boca y comenzó a engullir a Kalen, sin darle tiempo a gritar, patalear o cualquier manera de intentar salvarse. Solamente pudó beber agua, consiguiendo ahogarse antes de que la sirena pudiera engullirselo entero. En apenas unos segundos, el cuerpo del chico había desaparecido y en su lugar, apareció una blanca alma que poco a poco recobraba el aspecto de Kalen.

"¿Que?"
"Por fín..."

Kalen se giró y vio a la pequeña niña, la cual tenía el mismo aspecto que él. Muerto. Fantasma.

- Ahí lo tienes, Enya. Un compañero para toda la vida. Que lo disfrutes.






 





<3

5 comentarios:

  1. Suria es muy mala D: La verdad es que me ha gustado mucho el relato, aunque pobre Kalen... Se nota que hay monstruos que sí que son malos.
    ¡Un besín!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Supervivencia, Gema. Instinto de supervivencia. Pero si, es un poco mala jejejje
      Me alegro de que te haya gustado :3 Impaciente por leer el tuyo.
      Besos

      <3

      Eliminar
  2. AY, TUS DIBUJITOS SON MUY CUQUIS *^* Me ha gustado mucho el relato, ¡escribes genial! Y al final ha sido tan inesperado que me ha encantado. ¡Enhorabuena! <3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja los dibujé en clase mientras se me ocurría la historia. Intentaré hacer chibis de los personajes de "Cuentame tu historia" para que tengais imagen mental de los personajes :3
      Me alegro de que te haya gustado y que te sorprendiera el final :D
      Gaxias por leerme
      <3

      Eliminar
  3. ¡Wow! ¡El final es genial!

    No es que no me dé pena el pobre Kalen (¿por qué siempre hacemos sufrir a los protagonistas tanto?), pero creo que, en el fondo, no tenían malas intenciones ni Suria ni Enya... aunque sena un tanto egoístas.

    Otra de las cosas que más me han gustado es el primer párrafo: esa descripción de Halloween ambienta muy bien la historia y vale tanto para un libro, un relato o una película.

    Y la verdad es que me ha hecho mucha ilusión ver lo mucho que te has esforzado en esta historia, ¡incluso has hecho un dibujo! ¡Y los personajes son monísimos! <3

    ¡Muchas gracias por esta entrada, Sheila! ^^

    ResponderEliminar