miércoles, 21 de enero de 2015

N&L - Cap.2 b)

Que pacha, mis nubecitas esponjosas?

¡Viciosas! Se que quereis más de la historia de Night y Lire asique os voy a dar el gusto, pero no os acostumbreis, ¿eh?. Tenía pensado subir un poco de un corto que se me ocurrió ayer, sin embargo, al ver tanta espectación por nuestro "heroe de ojos azules" tuve un debate conmigo misma.

"Sheila... Dales lo que quieren. Por una vez que tienes material para satisfacer a tus suscriptores"
- Pero es que tengo un planning y si no lo sigo, se volverá el blog muy monotono...
"Veenga, si tu tambien estás deseando que lean más y leer sus reacciones."
- Eso es verdad.... Vale, solo por esta vez... ¡Pero por lo menos hasta el lunes que viene nada de Night!

Y así es como me decidí por subir un trozo más de la historia jejeje. Lo subo un poco tarde porque no he tenido tiempo hasta ahora pero ya que tengo fieles seguidores (os adoro >3<) pues os doy un pequeño algodón de azucar, un diminuto dulce para mis adorables nubecitas.

Sin más dilación....
Espero que lo disfruteis.
Saludossss

P.D: Cuando aparezcan todos los personajes secundarios (Faltan 5 más) haré una entrada sobre descripciones de ellos.

****************************************************************************



¿Profesor? Debía ser una broma… No, alguien que tenía el mismo nombre, nada más. Tampoco me dio mucho tiempo para pensar. Me giré rápidamente y quedé paralizada ante la persona que se hallaba a varios metros lejos de mí.
           
-         Hola de nuevo Sofía – dijo el profesor, recogiendo una pelota del suelo, sonriendo.

No pude apartar la mirada del chico que decía Sofía que era un profesor, pero que era idéntico al hombre que me salvó, incluido su nombre. No me lo podía creer. El pelo, aunque esta vez parecía estar bien peinado, tenia un color negro claro, como con reflejos grises, un tanto humedo, suponía que del sudor por haber echo deporte con otras clases, si es verdad que era el profesor de gimnasia. La camiseta negra de manga corta que llevaba se pegaba a su cuerpo, sudoroso y los pantalones de sport azul oscuro combinaban con el color celeste de sus ojos.

Cuando le miré a la cara me dí cuenta de que me estaba mirando a los ojos, serio. En apenas en un pestañeo me miró de arriba abajo, como si me estuviera examinando y no pude evitar tragar saliva del nerviosismo que me creaba la situación, provocando en él una pequeña sonrisa.

-         Hola. ¿De que clase eres? Si no te toca Educación Física no puedes estar en el gimnasio.
-         Eh… - parpadeé varias veces intentando asimilar la situación antes de contestar – Estoy en 1º de Bachillerato A y ahora mismo me toca con el profesor Andrés.
-         Oh, de acuerdo – dijo apenas en un susurro mientras abría la puerta del cuarto de materiales – Entonces nos veremos en la pista en unos minutos. Tu y tus compañeros no tardéis en cambiaros de ropa.

Dicho eso, se metió dentro de la habitación, perdiendo por fin el contacto y llevándose consigo la tensión del ambiente. Me apoyé en la pared y fui cayendo al suelo del pasillo, intentando notar el frió de las baldosas en mis piernas para poder enfriar mi cuerpo y mi mente. Noté la mano de Sofia en mi hombro y la miré. Estaba esbozando una sonrisa lujuriosa, consiguiendo que mi cara hiciera una mueca confusa, pero me tendió la mano para ayudar a levantarme y se dispuso a acompañarme al vestuario.

-         Pues… A mi no me importaría que me rescatara ¿sabes?
-         Ya claro – dije mientras me cambiaba de pantalones – No creo que nadie quiera que la secuestren y la aten a una silla dejando marcas dolorosas.
-         Bueno, si lo miras de ese modo… - llevó los ojos al cielo para acabar mirándome - ¿Cómo lo llevas? ¿Aun te duele?
-         Un poco – rocé algunas marcas con el dedo – pero parece que ya se están hiendo.
-         Mejor. Yo me tengo que ir a clase ya. Nos vemos a la salida.
-         Vale. Hasta luego.

Me dio un beso en la mejilla como forma de despedida, costumbres. Ya cambiada me acerqué al grupo de chicas que aun seguían en el vestuario intentando no recordar los malos momentos que pasé. Ya cuando Begoña y Dana estuvieron listas, salimos hacia las pistas donde los chicos estaban ya jugando con un balón de futbol.

            - Tía – dijo Begoña, cogiéndome de una de las mangas de la sudadera - ¿Has visto al nuevo de prácticas?
            - ¿De prácticas? –  susurró - ah claro, ahora tiene sentido. No entendía que con 25 años estuviera dando clases.
            - ¿Qué has dicho?
            - ¿Qué?
            - ¡¿Has dicho que tiene 25 años?! – gritó Dana corriendo hacia el grupo de chicas.

Un corto pero subido grito salio de todas las chicas que estaban reunidas con el dato que sin querer se me había escapado de la boca. Suspiré.
            
            - ¿Por qué tuve que vaguear tanto el curso anterior?¿Por qué?
            - Eso mismo me pregunto yo. -susurró una voz a su espalda.


Di un pequeño salto en el sitio. Su voz retumbo en mi mente, consiguiendo que un escalofrío recorriera mi cuerpo y se me pusiera la carne de gallina. Sonó en mi oído como un leve viento que te acaricia el cuello. Como auto-reflejo me giré y sin poder evitarlo, sonreí como si fuera un poco bastante tonta. Pestañeé varias veces cuando vi que volvía a evaluarme de arriba abajo con la mirada. Mofé e hice un gesto de desaprobación que provocó una leve risa por su parte.

            - Que yo sepa, los profesores no deberían mirar de esa manera a sus alumnas. Pueden acusarle de acoso, Profesor Night.
            - Técnicamente no soy “profesor”, estoy de prácticas. - dijo mirándome a los ojos mientras botó una pelota de futbol - Además, solo estaba comprobando que mi alumna se encontrara perfectamente bien.


Cuando acabo la frase, no se le ocurrio una mejor idea que revolverme el pelo antes de ir hacia el grupo de chicos de mi clase. Un gesto demasiado cariñoso para un profesor, ¿no? “Pero no tanto para un heroe” Callate, conciencia.
           
            - Me exaspera - suspiré, arreglandome el pelo.

Intentando disimular el pequeño espectáculo de antes me giré para buscar a mis compañeras, sin embargo ellas ya habían observado la escena y me miraban con un cúmulo de distintas emociones: Sorpresa, emoción y ¿envidia? ¿En serio? . No me dio mucho tiempo para reprochar ya que Bego y Dana, mis fieles compañeras, vinieron corriendo hacia mí, sonrientes. Mala espina. Andrea y las demás, chicas que viven en su mundo de “yupi”, como dice mi madre, se alejaron de nosotras con aire desafiante. Lo que me faltaba, pero no pude reprimir una diminuta sonrisa.

            - ¡Tía! ¿Desde cuándo? ¿Eso? ¿Por qué? - preguntó Begoña.
            - ¿De qué lo conoces, viciosilla? - Dana me miraba con cierta ¿lujúria?
            - Cuénta, cuenta.
            - Vale, vale, pero porfavor sueltame del brazo - supliqué a Dana. Ya alejadas un poco de mí, respiré hondo y expliqué, mirando intermitentemente a cada una - Sinceramente, ese gesto no se porqué lo hizo pero supongo que es porque… ¡Es amigo de mi hermana!Si, por eso, supongo, que quiso saludarme. Nada más, lo juro. 

Las aparte por lo que a mi parecer fue un pequeño empujón, pero sus caras no demostraban eso. Se frotaron los hombros con gestos doloridos y con mirada culpable me miraron.
           
            - Tranquila Lire, no pretendíamos hacerte sentir incómoda.
            - ¿Qué? No lo habéis echo… ¿Qué os ocurre?
            - Que nos has dado fuerte… - dijo Begoña, empujándome con una sonrisa - ¡Abusona! Me voy a chivar al profesor.
            - No por favor, lo siento, de verdad.
            - Venga chicas, va a comenzar la clase. - gritó Night, rodeado de los chicos -  Hacer el favor de venir aquí.

Los chicos hablaban con él y parecía que ya lo habían aceptado, un amigo más. Sin embargo, las chicas corrieron hacia él de una manera… como diría yo… distinta, vamos a decir distinta. Si. No me tomé mucha molestia en esforzarme por no llegar la última. Realmente aun me dolía un poco el pecho, aunque los brazos, al jugar al volleyball y mantenerlos en forma, ya estaban prácticamente curados.

Cuando finalmente estábamos todos alrededor suyo, dejó dos pelotas de futbol que llevaba en las manos en el suelo y empezó a anotar varias cosas en unas hojas. Levantó la vista del papel para echar una rápida a todos antes de presentarse ante todos.

            - Muy buenas chicos y chicas. Mi nombre es Night y soy el chico suplente de Andrés, ya que se ha dado de baja durante una temporada. Estoy de practicas, por favor no seais muy duros conmigo - sonrió.- Y bueno, si no os importa, voy a pasar lista y me informáis un poco de vuestros deportes favoritos o si realizáis algo, ¿de acuerdo?
            - ¡Si! - contestaron todos, excepto yo. No es que no quisiera contestarle, es que sencillamente, no me salió la voz.
            - Ok - dijo mirando la lista - A ver, Fernando Camisón.
            - Yo - levantó un chaval la mano - Pues me gusta el…

Así, uno a uno fue presentándose y diciendo sus hobbies con respecto a los deportes o cuales practicaban. Yo estaba la última de la lista asíque, no me di cuenta de cuando me tocó hasta que levanté la mirada y él y los demás me estaban mirando. Hice una rápida pasada a todas las miradas y con una sonrisa tonta contesté a su pregunta.
 


 

<3 Corto pero intenso <3

2 comentarios:

  1. Me alegro que tu conciencia ganase la batalla y nos hayas dado este adelanto ^^
    Esperaré hasta el lunes ansiosa a ver que pasa con este profesor cañón de gimnasia ;P
    Un besooooo ^^

    ResponderEliminar
  2. jajaja me alegra leerte, además que de adelanto tiene poco, parece todo un capítulo. Pobre Lire, parece que las hormonas de sus compañeras de clase están muy revolucionadas xD
    Aunque ambién me dejas intrigada sobre el corto que mencionas. Mañana cuando salga del examen te incordiaré para saber más xD
    ¡Un besín!

    ResponderEliminar