miércoles, 14 de enero de 2015

Night & Light - Cap.1

Good morning/afternoon/night, my little clouds:

Sip. Estoy estudiando ingles ya que tengo examen en menos de una semana. Pero bueno, es el pan de cada día del estudiante *pose dramática*. Ejem...

Como bien dice en el título de la entrada de hoy, voy a continuar con nuestra queridíiisima Lire y el misterioso salvador jajajaa. Recibí muchas críticas buenas y me pedíais que subiera la continuación. Da la casualidad de que tengo escrito todo el Capítulo 1 y parte del Capítulo 2, asique voy a ser benevola y os voy a colocar hasta el final del Cap.1.

Y no os puedo contar mucho más. Estoy en época de examenes, ya lo sabeis y supongo que vosotros teneis mil y una cosas que hacer, asique supuse que os gustaría perderos en un mundo fantástico durante un par de minutos. Sin más dilación....*sonido de tambores*

Espero que lo disfruteis.
Saludos

P.D. Espero que parezca lo más normal posible (la historia), pero como siempre estoy en las nubes, a veces parecen situaciones inverosímiles.

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Me quedé embobada observándole, pero mi cabeza volvió a la tierra enseguida cuando noté que enarcaba una ceja y su mirada denotaba curiosidad.

- No es por nada, pero... – dudó un momento, dejando entrever un tic nervioso en su mentón - ¿Me podrías decir algo?

Estaba preparada para darle las gracias cuando, de repente, empecé a tener arcadas. Exactamente, no sabia por cual de todas las cosas asquerosas había provocado que vomitara, pero el momento repugnante del día no había acabado. Rápidamente, me volvió a coger y me llevo a uno de los setos de la fachada. Me recogió el pelo con delicadeza en un movimiento rápido y me frotó la espalda con más suavidad todavía.

Creo que eché el desayuno, el almuerzo y porque aun no había comido que si no, también hubiera salido de mi cuerpo. Sentí el ácido en carne viva en mi faringe cuando ya habían terminado las nauseas. Aún con la cabeza agachada, vi un pañuelo de color azul oscuro tendido delante de mí. Cuando moví mi rostro hacia el suyo observé que me miraba con ojos apacibles y su sonrisa denotaba tranquilidad.

Cogí con cuidado pero rápida el pañuelo y me limpie la boca aun sin poder moverme apenas. Una de sus manos seguía agarrándome uno de mis brazos y realmente lo agradecí porque si no, me hubiera desplomado en el suelo. Busqué con la mano libre en los bolsillos de mi pantalón algo que llevarme a la boca para quitarme el malestar y con suerte, el fuerte dolor de cabeza. Encontré el mejor caramelo, uno de miel y limón, que nunca falta en mi arsenal de dulces.

- Bueno – escuché a mi espalda – parece que ya lo has echado todo – dijo entre risas mal disimuladas - ¿te encuentras mejor?

Asentí con una leve sonrisa. Me dolía la garganta de tanto vomitar y aun tenía el miedo en mi cuerpo. No sabía si fiarme de un desconocido que acababa de rescatarme de un grupo de matones. Al menos, a primera vista parecía buena persona, aunque había algo en él que daba la sensación de que era mejor mantener las distancias.

Se frotó la nuca en forma de tic nervioso y miró hacia otro lado

-¿Eres muda? ¿No sabes hablar?

Miré hacia el suelo sin saber que decir. ¡También había vomitado las palabras! Estaba cansada, avergonzada y asustada a la vez. No sabía que decir en esa situación. En medio de mi cacao mental oí un suspiro cansado y dirigí mi mirada sorprendida hacia el moreno. Se rascaba la cabeza con impaciencia.

- Entonces tenemos un problema, porque no se donde vives... – se dirigió hacia su auto, un mercedes SLK de color negro con las lunas tintadas. – Por ahora – dijo abriendo la puerta del acompañante mientras me observaba con una sonrisa amable – reposa un rato mientras pienso un poco.
-Vivo a tres calles más arriba – susurre con un tono apenas perceptible
- Oh – dijo sorprendido – Si que puedes hablar. Menos mal

Su tono de preocupación hizo que mi corazón diera un vuelco. Me acerqué al coche y me senté donde él me dijo. Seguía sin saber el nombre de mi rescatador y sin embargo me subí a su coche y le había soltado sin ningún miramiento mi dirección. Suponía que no me haría nada después de todo lo que había pasado y lo bien que me había tratado. Suponía...

- De acuerdo. – dijo cerrando la puerta y dirigiéndose hacía la puerta del conductor a una velocidad bastante rápida.
- ¿Qu-que vas a hacer? – pregunté nerviosa, intentando abrir la puerta.
-¿El que?- preguntó mirándome con cara confusa mientras se ponía el cinturón – Pues llevarte a casa, por supuesto – dijo encendiendo el motor – Tus padres estarán muy preocupados. Seguro que ya habrán pedido un rescate. Corre, ponte el cinturón – ordenó mirándome de reojo.
- Si... – susurré colocándome el cinturón, aun un tanto indecisa.

Siempre me han dicho que soy muy confiada, pero creo que esto se lleva la palma. De todas maneras, no debería de darle muchas vueltas porque dudo mucho de que un tío me rescate de unos secuestradores para volverme a secuestrar, y mucho menos después de toda la amabilidad que ha demostrado tratándome con cuidado. O puede que sea un psicópata... ¡Ay, madre!

Al segundo, mi cabeza empezó a hacerse millones de preguntas, al mismo tiempo que el desconocido guaperas realizaba una maniobra un tanto peculiar para salir de la zona horrible. ¿Quién era este hombre? ¿Cómo cojones me había encontrado? ¿Que rayos a pasado en la casa de los secuestradores? ¿Por qué me ha rescatado? ¿Tenía carnet de conducir?

Seguía dándole vueltas en mi cabeza a muchas más preguntas, mirando fijamente el salpicadero negro mate del coche cuando capté como el conductor barra desconocido me miró de reojo. Su media sonrisa le delató.

- Lo siento, no me he presentado – se disculpó, mirándome directamente – Mi nombre es Night. – declaró volviendo a dirigir la vista a la carretera. – Me acabo de mudar cerca de por aquí. Tuviste mucha suerte que pasara con el coche de mi tío por la calle donde te secuestraron y te viera.

Su respuesta me sorprendió, haciendo que mi cabeza dejara de hacerse tantas preguntas. Sin pensarlo, le miré con gesto de incredulidad.

- Entonces ¿Fuiste tú el que justamente pasaba? – Gracias a dios que mis plegarias fueron escuchadas.
- Si – sonrió, al mismo tiempo que dejó caer una leve risa - ¿Y tú?

Sin entender su pregunta, como auto reflejo, lo miré alzando una ceja, haciendo que este se riera. Su risa era melodiosa, como el dulce canto de una sirena, que me envolvía en una suave brisa hipnótica. Mirando por el retrovisor, Night contestó a mi pregunta no formulada.

            - Tu nombre.
            - Lire – contesté sin pensar.
-¿Lire? – preguntó con cierto desdén divertido mientas se ponía más recto en el asiento – Que nombre tan...
- Extraño... Lo se – dije, apoyando mi codo en la tapicería y mi cabeza en el cristal, notando como el frío calaba mi cabeza.
- No – reprochó, mirándome – Es realmente bonito. De verdad.

Extrañada por su respuesta, le miré indecisa, aun apoyada en el cristal. Al parecer, se dio cuenta de que no me fiaba porque vi como me miraba de reojo varias veces. De nuevo, vi el tic nervioso que hacía su mentón. Seguramente estaría pensando, porque yo estaba haciendo lo mismo para intentar romper ese silencio tan incomodo.

- No me crees. – Suspiró - ¿Por qué debería mentirte? Creo que acabo de demostrarte que puedes confiar en mí.
- Supongo que sí – Si, matando a unos tipejos de mala muerte. Eso no es que digamos “de fiar”, pero - ¿Por qué lo hiciste?

Meditó un momento y eso me hizo dudar. Un chico normal no haría semejante masacre por alguien que no conoce ¿no? A lo mejor soy yo la cruel. Seguí mirándolo mientras en mi cabeza volvían a formularse muchas preguntas.

- No sé – contestó con una media sonrisa dibujada en su rostro. – Puede que estuviera aburrido y al ver el peligro que pasaste, mi cuerpo me pidió un chute de adrenalina.

Mi cara era un poema. ¡Ese tío estaba como una cabra! A nadie se le ocurre pensar que destrozar a una decena de hombres sea divertido. Si quieres que te suba la adrenalina te tiras por un puente... ¡Este tío es un psicópata! Es más... ¡Yo era la idiota! Me había subido al coche de un psicópata.

De repente, su risa volvió a inundar el aire del Mercedes, consiguiendo que mi mente se pusiera en blanco y mis músculos se relajaran.

- Mujer, ¿cómo quieres que me quede con los brazos cruzados, mientras veo como se realiza un secuestro delante de mis narices? Creo que es de sentido común...
            - Oh... Claro...- Idiota, pensé para mis adentros.
- Perdona, creo que mi respuesta te dio una impresión mala de mí – habló con voz calmada – No era mi intención, después de lo que has pasado.
- Tranquilo – sonreí.

Dicha la última palabra, Night realizaba un giro suave con el volante, entrando ya en mi calle. Había un coche de policía aparcado en la acera de enfrente y los coches de mis padres estaban dentro de mi casa. Suspiré preparándome para el interrogatorio y volver a revivir las imágenes que intentaba olvidar.


- Ya hemos llegado – dijo Night, poniendo punto muerto y apartándome de mis dolorosas imágenes. – Ha sido un placer conocerte, Lire.
- Gracias – sonreí mirándole – Hubiera sido mejor en otras circunstancias. – Salí del coche y cerrando la puerta, me incliné hacia la ventanilla – Te debo la vida, Night.
- Lo tendré en cuenta – dijo con media sonrisa.
- Por cierto... No querrás que hable de ti, ¿verdad?
- Pues... no – dijo pensativo, mientras cerraba los ojos lentamente – Ya sé – abrió los ojos y me miró con esa mirada azul que cautivaba. – No vistes nada. Solo un hombre con un cuchillo ensangrentado que te salvó y volviste a casa sola. Nada más.

No se yo si “un hombre con un cuchillo ensangrentado” será creíble, pero no tenía otra alternativa.

- De acuerdo – suspiré – Aun no me creo que haya pasado todo esto.
- Por lo menos... sigues viva, ¿no? – dijo poniendo primera – Adiós.
- Adiós – saludé mientras abría la puerta de mi casa.

Me seguía preguntando de donde había salido este chico de a saber que edad cuando ya dentro del jardín, escuché que alguien gritaba mi nombre desde fuera de la verja. Miré y era Night asomándose por la ventanilla.

            - ¿Si? – pregunté extrañada.
- Tengo 25 años y no, no soy de aquí. Vengo del extranjero.

Y dicho eso, pisó el acelerador y se alejó de mi calle a toda velocidad. Me quedé pasmada un momento. ¡Me había leído el pensamiento! Eso o soy un puto libro abierto en el que puedes leer lo que mi mente está haciendo. De todas maneras, no me sentía a gusto ahí fuera, así que buscando entre el manojo de llaves la que abría la enorme puerta de madera que daba a la entrada de la casa, caminé por el pequeño camino de piedras del jardín, alejándome por fin de la oscuridad de la calle.

Nada más entrar en casa, oí el grito de mi madre desde el salón y acto seguido la vi correr hacia mí por el pasillo, hasta rodearme con sus delgados brazos. Entre sollozos y cálidos besos, que solo mi madre sabe darlos, pude ver como dos policías desde la puerta del salón hablaban por una especie de walkytalkies.   

Intentando calmar a mi madre para que no me asfixiara con sus abrazos, noté como una figura me cogía por detrás y no pude reprimir un grito. Tratando de escapar de los fuertes brazos que me cogieron por la espalda, me di cuenta de que era mi padre cuando escuché sus leves susurros de alivio mientras temblaba con impotencia. Sin poderlo soportar me giré y mirándolo a los ojos, lo abracé. Y por fin me eché a llorar.

           
Las imágenes volvieron a mi mente. Mis piernas comenzaron a temblar, después todo mi cuerpo, el cual sostenía mi padre intentando que no me cayera. El miedo, la desesperación, la confusión. Todas las sensaciones volvieron a aparecer pero magnificadas. Pasó un buen rato hasta que pude separarme de mi padre, con los ojos rojos y la cara toda humedecida. Les indiqué a los policías donde se hallaban los cadáveres. Se mostraron compasivos y no hicieron ninguna pregunta, solo que descansara y que me pasara por la comisaría al día siguiente para concretar los sucesos.

Ya idos los guardias, nos fundimos mis padres y yo en un abrazo. Después, mi madre se dispuso a hacer la cena y mi padre se sentó conmigo, aun abrazados, a ver la tele. Cenamos mi comida preferida: Ternera en salsa de nata especial que hace mi madre con patatas fritas. Intentando saber que me había ocurrido, mama me hizo alguna que otra pregunta, aun si yo contestar. Sin embargo, para mi asombro, mi padre con una sonrisa paró la ronda de preguntas y me dijo que me fuera a descansar.

Y le hice caso. Dando dos besos a cada uno, me dirigí, subiendo las escaleras, hacia mi habitación. Tratando de no pensar mucho en la situación, me quité la parte de arriba de la ropa lentamente y la dejé bien colgada en el perchero. Me quedé unos segundos mirándome en el espejo. Todo mi costado, pecho y brazos estaba cubierto de rozaduras y moratones que habían creado las cuerdas.

Con cuidado, me tumbé bocabajo en la cama. No se cuanto tiempo estuve intentando mantener la mente en blanco, organizando todo lo que había pasado en mi cabeza. El sueño y el cansancio comenzaron a apoderarse de mí, cerrando lentamente los ojos, mientras mi cerebro seguía procesando toda esa información. No conseguía entender nada de lo que había ocurrido.

La última imagen que apareció en mi mente fue la de Night, el chico de ojos cautivadores que estaba segura de que escondía algún que otro secreto.



<3

5 comentarios:

  1. Me ha encantado. Las conversaciones tan fluidas y los pensamientos de Lire... la verdad es que es para preocuparse algunas cosas que piensan. Y Night tan misterioso *-* Espero que subas pronto el resto <3
    ¡Un besín!

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    1. Jajaja hay sitios que no me acaban de convencer, pero en conjunto me encanta y me alegro de que te haya gustado :3
      "¿Tendrá carnet de conducir?" Mi humor simple jajaja
      Intentaré subir más de ellos, gracias por seguirlos.
      Besoss


      <3

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  2. Me ha caido simpatico Night, tiene un punto de pícaro que me gusta bastante ;D
    La verdad es que has logrado picarme con la historia, ¿para cuando el próximo?
    Un beso
    Lena

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    1. Jajajaja Night es un amor, ya lo verás :3
      Me has alegrado muchisimo diciendo que te a picado la historia, en serio.
      Se intentará subir más de ellos, lo juro.
      Me alegro de volver a verte por este cielo ;)
      Besooss

      <3

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  3. Hola guapaaaa!!!
    Me ha gustado mucho la segunda parteee. ¿Para cuándo más? :D
    Quiero saber qué pasa entre ellos dos ^^
    Un besazoooooo

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