¡Si! Es viernes y subo historia. No, no se ha acabado el mundo, ni estoy enferma ni nada de eso. Esta extraña anomalía es porque, como bien habéis comprobado (está a primera vista, es imposible que no lo halláis visto) comencé una iniciativa, "Cuéntame tu historia" como bien pone en el titulo.
Por si os interesa,
Información:
-Es un blog donde cada viernes o cada dos viernes, suben un "personaje" con unas características que, con ellas, tenemos que crear un personaje principal de una historia. Eso es, pequeños escritores, para entrenar nuestra imaginación. Si queréis más información, clickar en el banner de la izquierda y os llevará directamente hacia donde está explicado todo :)
Y sin más dilación, os dejo con el primer personaje de la iniciativa, Marco.
Espero que os guste.
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https://www.youtube.com/watch?v=Q-ozwYlThiE (os dejo el link de la canción, que va perfecta :3)
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“Hay un dicho que siempre me ha parecido un tanto estúpido. “Por
amor siempre se hacen grandes locuras”. ¿En serio? ¿Por qué habría de hacer una
locura? El amor se trata de comprensión, afecto, respeto y demás cualidades que
te salen solas al estar con la persona indicada. Es estar con esa persona en
los buenos momentos y en los malos. Porque quieres disfrutar con ella tu
felicidad y hacerla feliz cuando más lo necesita, haciéndole olvidar lo malo de la vida. Eso es
tener una relación. ¿Locuras? Siento decirte que no lo entiendo. ..”
¡Ja! Que imbécil… Pensar eso en este momento. Debo de ser
realmente un idiota, como seguramente pensó Selena antes de salir corriendo. Tenía que
haberle detenido en ese mismo instante y nada de esto estaría ocurriendo.
Si me paro a pensarlo, nunca he sido muy cariñoso que
digamos. Suelo ser distante, algunos dicen “frio”, pero debe ser porque mi
infancia tampoco fue muy agradable. Mi madre traicionó a mi padre con un hombre
cualquiera cuando yo tenía 6 años. Ya ni recuerdo su cara. Por consecuencia, mi
padre se metió en la bebida y después de varios años llenos de lo que diríamos “maltrato
casero”, la vecina consiguió las suficientes pruebas para que me marchara de
ese lugar al que llamaban “hogar”.
Mi tío no fue muy distinto. Era distante, disciplinado y
siempre ocupado con el trabajo en la mina. No tuvo mucho tiempo que digamos
para enseñarme lo que era el amor, aunque a esas alturas, con 15 años, ya no
creía en cuentos de hadas. El amor y el cariño no habían estado nunca en mi
vida y realmente pensaba que no estarían hasta que la conocí a ella.
Selena Wilf. No solía fijarme en las personas del instituto
y mucho menos en alguien tan jovial y alegre como Selena, pero su sonrisa… Me
dejó anonadado. Sin palabras. El “amor a primera vista” que decían en las películas
e historias infantiles que solía leer las tardes que me encerraba en la
biblioteca del pueblo desde bien pequeño, huyendo de lo que me esperaba en casa.
Lo más curioso, como si realmente se tratara de una historia
de amor de película, era que, aunque yo pertenecía al equipo de rugby del
colegio y ella al grupo de estudio, con dos personalidades totalmente
distintas, un ambiente diferente… pudiéramos encontrarnos, conocernos y
realmente amarnos hasta tal punto de no poder vivir el uno sin el otro.
Pero si no fuera por mi asqueroso pasado, no habría estado
en esa biblioteca día tras día, todas las tardes, donde ella, sin yo saberlo,
me observaba. Si ella no hubiera estado
en la familia que está, toda perfecta para los que viven fuera de ella, no
habría estado estudiando a todas horas en la biblioteca del pueblo, intentando
evadirse de sus presiones familiares.
Si, realmente fue algo extraño salir a tomar un helado con
ella, después de descubrir por su largo discurso, contado en susurros dentro de
la biblioteca, que había estado varias semanas espiándome, buscando el momento
oportuno para hablar conmigo. No hubiera aceptado si su sonrisa no hubiera
actuado como un soplo de aire fresco en mí. Sin pensar demasiado, la invité a
salir para conocer un poco de ella, sin mucho resultado, ya que no me dejaba
hablar más que contestarle a las millones de preguntas que tenía.
Yo no pedí ser escuchado, no quería desahogarme con alguien
que parecía ser un acosador y que no conocía de nada, pero no pude evitar, un
poco seco, contestar a todas las preguntas. Sin embargo, cuando acabó el interrogatorio
ella solo me miro y me revolvió el pelo, consiguiendo que, sorprendido, le
mirara.
-Tienes unos ojos marrones muy bonitos, Marco. -
susurró al tiempo que dibujaba una sonrisa.
Vi ternura en su mirada, pero también tristeza. No pasaría
mucho tiempo hasta que descubrí su situación y entendí su reacción. Ella se
sentía identificada conmigo. No me había juzgado por cómo me comportaba con los
demás, ni mis andares desgarbados que alejaban a cualquiera. Había visto a través
de mí, desde el primer momento en que nuestras miradas se cruzaron, quiso
conocer como era realmente. Ella me quiso desde el primer instante.
Sin embargo, yo era un estúpido, un crío de 17 años que no
sabía qué hacer con su vida ni valorar el amor tanto como para darle a Selena
lo que realmente se merecía. Pasé los dos mejores años de mi vida a su lado sin
demostrarle, imbécil de mí, lo que verdaderamente sentía. No sabía cómo hacerlo
y eso que ella lo hacía cada día. No sé por qué no me extrañó que acabáramos
discutiendo.
- - No puedo ser siempre la que se esfuerza al máximo
- dijo exasperada, sin importarle que
las demás personas en la calle pudieran oírla
- tú también tienes que darlo todo.
- ¿Por qué? Una relación no tiene que ser forzada.
- - ¿En serio, Marco? ¿No te sale dar todo de ti por
nosotros? Yo no lo fuerzo, yo quiero que sigamos juntos y pongo todo mi
esfuerzo en hacerte feliz cada día.
- - No hace falta que lo hagas. Yo soy feliz tal y
como estoy.
Te quedaste callada. Suspiré mientras fruncía el ceño. “Creo
que lo entendió todo mal” pensé, pero ella ya había comenzado a llorar, tapándose
la boca como siempre hacía para que no se oyeran sus sollozos. Y no me dio tiempo
a explicarme. Echó a correr.
¿Yo? Me quedé pensando unos segundos que había sucedido y
caí. Estaba feliz tal y como estábamos, con ella. No hacía falta que hiciera
nada, solo que siguiera sonriendo. Era lo único que necesitaba para ser feliz,
nada más. Ni viajes, ni objetos, ni amigos. Nada. Solo su felicidad.
Levanté la vista
cuando oí pitidos en la dirección que ella había tomado. La muy idiota había cruzado
la carretera con el semáforo en su contra. Corriendo lo más rápido que mis
piernas podían, intentando esquivar a todas las personas de mi paso, crucé a
tiempo de empujarla hacia fuera de la carretera. Sin la misma suerte para mí.
Una furgoneta me dio con todo su parachoques en el costado, impulsándome
varios metros de donde hacía varios segundos estaba Selena. Por poco, la
hubiera perdido para siempre a causa de mi estupidez.
“Por amor siempre se hacen grandes locuras”
Por fin entendí esa frase. Prefería morir antes de verla
morir a ella. Oí su voz entrelazada con la sirena de la ambulancia. Si, ahora
esa frase tenía sentido. Cuando amas a alguien, das tu vida por ella, porque da
igual lo descuidado o torpe que sea, da igual las diferencias, los defectos, los
malos momentos. Todo eso da igual, porque esa persona, cuando realmente la
amas, te das cuenta de que hasta que no la conociste, lo que tu vivías no era
una vida.
- Tonta… - logré decir, rozando con muchísimo esfuerzo
el dorso de su mano – Solo…sonríe para mí.
<3
<3
AY, AY, AY, AY. He estado con el corazón en un puño desde el principio. Madre mía, pobre Marco, entre tú y yo le estamos destrozando, ¿eh? Wa, me ha encantado, es genial. Me encantaría ver qué eres capaz de hacer con el resto de personajes que vamos a ir proponiendo, de momento tiene muy buena pinta. ¡Sigue así!
ResponderEliminarUn abrazo enorme <3
Jajaja siempre me han reconocido por ser muy cruel con mis protagonistas, asique si, a destrozar vidas :E
EliminarGracias por el voto de confianza y aré lo maximo que pueda siempre con el mayor esfuerzo posible :)
Y gaxias por pasarte. Saludosss
<3
Sois unas torturadoras de personajes, ambas. Temía que hicieras algo así desde que leí el principio de la frase, tan de hércules que no podía ser de otra manera D:
ResponderEliminar¡Me encanta!
¡Un besín!
Jajajaja, ya me conoces Gema, si no hago sufrir a mis personajes no soy yo :3
EliminarHercules.... mmmm, mi pelicula de Disney favorita, ya tu sabeh :3
Gaxias :) Espero con ansias tu historieta.
Saludos
<3
Hola
ResponderEliminar¡Vaya, que buen relato! No me esperaba lo que iba a hacer Marco, pero el final es bonito ;)
Yo también estoy en esa iniciativa, espero leer más cosas tuyas.
Besos
Woh... Un final inesperadamente trágico, tu historia me atrapó sin poder detenerme, me gusta cómo escribes :D
ResponderEliminarSaludos~
Muchas gracias :)
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