sábado, 10 de enero de 2015

Night y Light - Prólogo

Bueeenaaaasssss, nubecitas esponjosas:


Si, yo dos días seguidos actualizando el blog. ¡Es el fin del mundo! No quisiera jaja. El caso es que ayer, después de escribir la entrada sobre mi madrina (Ai love yuu), me dispuse a leer algunas historias que hacia tiempo que no leía. Conclusión: me dí cuenta de que una historia, la cual es una continuación de otra, la había empezado a modificar. ¿Que me llevó a eso? A que mirara si la había subido al blog. ¿Y que me encuentro? ¡Que no la había puesto!

Que desfachatez (creo que se escribe así...) Y de eso va esta esta entrada. Esta historia es la continuacion a "El pasado de NyL"  (Logico por el titulo de esta) y supongo que no subí este trozo porque como no acabé de subir la anterior historia, no quería desvelar nada nuevo. Sin embargo, esta pequeña introducción no desvela nada, solo deja un poco de intriga por una nueva historia.

El pasado de NyL es en los primeros años de la Edad Moderna y este nuevo relato trata del siglo XXI, en la actualidad vamos. El caso es que, yo empecé a escribir primero el presente (Solo NyL) pero como al acabar de escribirla, me dí cuenta de que habían muchos cabos sueltos, decidí hacer "un pasado" de Night y los demás, para que se pudiera entender mejor a la actual protagonista y los inumerables enredos, problemas y tormentos de los personajes.

Asique nada, os dejo con el prólogo de la historia y un poquito del primer capitulo, ya que el principio es muuuuuy corto (no ocupa ni una pagina de Word). 
Espero que lo disfruteis.
Saludos.

P.D. Os recomiendo leer primero esta y luego la otra.
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Las hojas de los arboles caían lentamente hacía el suelo, acariciadas por el viento, planeando con suavidad. Lógico. Estabamos en la estación otoñal y era lo que tocaba por ese entonces. Así me pasaba yo las mañanas a última hora. Mirando por la ventana. Suena el timbre.  Por fin llegó la hora de salir de clase y marcharse cada uno hacia su casa. No podía aguantar ni una hora más dentro de esa cárcel a la que llaman instituto.

Cuando me disponía a salir por la puerta principal me encontré a Samuel a pocos pasos de esta.  Su saludo fue una simple sonrisa.

- ¡Hey!- me cogió la mano, haciendo que le mirara.- ¿Has visto a Naomi?
- No – miré hacia varios lados, buscándola con la mirada.- La llevo buscando todo el día, pero parece ser que se ha ido de excursión con su clase.
- Ya, bueno, no pasa nada – una imagen de tristeza se reflejó por su cara.- ¿Te vienes?
- Bueno – sonreí al ver de vuelta su peculiar sonrisa- Vale. Hoy me iré por el polideportivo, así me despejo un poco de tanto estudio.
- Me parece bien.

Mientras íbamos caminando, hablamos de chorradas, como de que llevábamos el mismo color de ropa, del frío que hacia, que por cierto, hacía bastante. Tampoco hablamos demasiado, ya que el polideportivo está pegado al instituto y mi casa, detrás de todo ese bloque.

- No vemos mañana, ¿vale? – le dije, dándole dos besos como despedida.
- De acuerdo – una media sonrisa se dibujó en su rostro – Hasta luego.

Me metí en el polideportivo con la sonrisa aun en mis labios. Del recinto a mi casa hay unas 6 calles, es decir, unos 8 o 9 minutos andando a paso moderado. Cuando salí del polideportivo, ya solo me quedaban 2 calles para llegar a mi casa, cuando sentí la extraña sensación de que un coche me seguía. No miré en ningún momento hacía atrás, por miedo a que ocurriese algo. Pensé que mi imaginación me estaba tomando el pelo, asíque continué mi camino.

Después de llegar al final de la calle, me esperé en el cruce ha que pasara un pequeño coche negro con las lunas tintadas del mismo color oscuro, bastante bien cuidado aunque se notara el paso de los años en él. En ese instante, noté como varias manos me cogían de las extremidades y me tapaban la boca, arrastrándome hacia atrás para introducirme en ese coche blanco que había visto antes.

No se si el conductor del coche que pasaba vio el suceso, si hizo algo o si simplemente paso de largo, pero recé por que lo último no fuera lo que ocurrió. Intente escapar con todas mis fuerzas, pero eran varios y bastante corpulentos. Uno de ellos, supongo que cansado de mis forcejeos me cogió los brazos, bloqueándomelos detrás de mi espalda. El que estaba enfrente de mí cogió un pañuelo y empapándolo de un líquido de olor muy fuerte, me lo estampó en la boca. Ese olor, añadido al impacto y la fuerza que gasté en huir consiguió que poco a poco fuera cerrando los ojos y perdiera definitivamente el conocimiento.



Capitulo 1- Secuestro

Nada más comenzó a despertar mi conciencia noté un leve dolor de cabeza e intenté abrir los ojos, aunque mis párpados pesaran mucho más de lo habitual. Al principio no pude ver nada, mi visión era borrosa y por añadido, la habitación estaba a oscuras. Cuando pude empezar a pensar un tanto con claridad, comprobé que tenía las manos atadas detrás de una silla de madera, al parecer roñosa, en la cual estaba sentada y que los pies también estaban rodeados por una cuerda de tacto áspero. Llevaba un trapo sucio en la boca pegado con cinta aislante en mis mejillas. Varias cuerdas más me cortaban la circulación por los hombros, abdomen y cintura.

Exactamente, no se cuanto tiempo estuve inconsciente, ni cuanto tiempo llevaba en aquel sitio tan extraño y oscuro, ni quienes eran aquellas personas que me cogieron y me hicieron todo esto pero, si estaba segura de una cosa era que mi madre estaría preocupada y rezaba de que saliera de allí con vida. Por fin escuché unas voces que provenían del otro lado de la puerta y pude ver sombras por debajo de esta gracias a la luz que había fuera.

Una persona abrió la puerta. No podía verlo bien pero sospeché que era el hombre que me colocó el pañuelo en la boca para que me durmiera. Mientras se colocaba con otra silla igual de ruinosa en la que me hallaba pude observar que no parecía un vulgar secuestrador. Llevaba un traje de un color mate blanquecino, con una corbata de dos colores que no pude distinguir y zapatos de piel desgastada, además del pelo bien peinado, aunque en realidad, no pude ver su rostro bien por culpa de la oscuridad del cuarto.

-Hola pequeña – dijo el hombre trajeado con tono grave- Te hemos estado observando y parece ser – continuó acariciando mi rostro con el reverso de su asquerosa mano – que tus papás tienen bastante dinero.

Mi impulso fue de repugnancia, por eso cerré los ojos y aparté la cara de su podrida mano para después mirarle con el mayor odio posible.

-Tranquila pequeña – volvió a decir – Solo les pediremos una pequeña suma de dinero. No creo que nos aprovechemos de una niña indefensa como tu – terminó la frase con un deje de burla, mirándome de arriba abajo como si fuera a devorarme – Aunque – habló de nuevo, dirigiéndose hacia la puerta – no prometemos nada – terminó después de reírse y cerrar la puerta con un portazo.

Esas últimas palabras no me gustaron lo más mínimo y comencé a ponerme nerviosa. No sabía que estaba pasando, porque me estaba ocurriendo eso a mí. No era justo, no había hecho ningún daño a nadie, era buena estudiante, mis amigos eran una buena influencia, ni fumo ni bebo. Puede que contestara mal alguna vez a mis padres y que tuviera algún que otro problema con mi físico y todo el mundo puede repetir curso- pero, tal castigo, creo que es demasiado.

Intenté desatarme las cuerdas pero no podía, me oprimían demasiado. Pasaron varios minutos, quizás horas. El tiempo no tenía un orden lógico allí dentro. Aunque podía escuchar alguna que otra voz detrás de la puerta, no sucedía nada. Entonces oí un golpe, como si tocaran a la puerta de la casa, piso o donde coño estuviéramos. ¡Perdón!, el nerviosismo me puede.

Pude volver a oír a varias voces hablar entre ellas. También distinguí un fuerte “¿Quien es?” hacia dicho “sonido de timbre”. No hubo contestación a tal pregunta. Acto seguido, se escuchó un portazo y varios gritos. Me asusté más todavía. Podría ser la policía, pero ¿y si los secuestradores los habían matado? ¿Y si eran personas inocentes? El silencio me estaba matando y yo no podía ni gritar. Las lágrimas comenzaron a desbordarse por mis mejillas cuando pude ver una sombra moviéndose por debajo de la puerta. Entonces se abrió y una sombra en forma de un ser humano apareció en medio.

Tragué saliva asustada por aquella silueta extraña que se quedó en el centro de la puerta, observándome. No entendía que había ocurrido y menos aun que hacia esa persona quieta, mirando como estoy sufriendo sin hacer absolutamente nada. Agaché la cabeza rindiéndome, esperando lo peor. En un segundo, la sombra desapareció de la puerta y apareció toda recta ella a mi lado, desatando con cierta destreza y rapidez las cuerdas, para después con la misma gracilidad subirme en su hombro con cuidado. No parecía una persona muy corpulenta, es más, pude vislumbrar sus delgados y blancos brazos. Sin embargo, su espalda ancha me dejó espacio de sobra para apoyarme en él sin el más mínimo esfuerzo por su parte.

Pegó una patada a la silla echa ya polvo con cierta violencia y salimos de la habitación deprisa. No se que ocurrió cuando yo me hallaba en el cuarto oscuro, pero la imagen de la habitación contigua, no se eliminará de mi mente nunca. Las paredes que antes parecían haber estado de un color beis, se encontraban cubiertas en charcos y salpicaduras de sangre, una verdadera masacre con sus cuerpos aun frescos. Todas las personas muertas ahí presentes se encontraban desgarrados encima de los sofás, en la tele, incluso por el suelo, junto con una gran manta de sangre que intentaba cubrir todos esos cadáveres.

Cuando ya habíamos cruzado casi toda la sala, pude ver en una esquina de esta, el cuerpo desgarrado, a trozos y con la cabeza decapitada del tío que había entrado por última vez en la habitación. Una última imagen, asquerosa es decir poco, de ese lugar tan odioso.

Al salir de aquella casa bañada de sangre, no pude pensar con claridad pero supongo que mi cabeza pudo procesar que estaba en mi barrio. Después de varios segundos me di cuenta de que estaba apenas a tres calles de mi casa.

Entonces, el mundo ante mis ojos dio un vuelco y con cierto mareo coloqué los pies en el suelo, quedándome en frente del chico que me había rescatado. Observé, mientras volvía en mí, que era más alto que yo, aun midiendo ciento setenta y seis. Sin darme tiempo a reacción se inclinó hacía mí, quedando cara a cara y elevó mi cabeza desde mi barbilla con una delicadeza abrumadora.

Un escalofrió recorrió todo mi cuerpo cuando sus ojos de un color azul celeste se encontraron con los míos, impactándome. Aunque aun sentía el miedo en mi piel, no me pareció una persona peligrosa. No se si por sus ojos preocupados, por su sonrisa amable, su piel blanca como la nieve o por su rostro en general, pero no me sentía en peligro. Era como sí.... me resultara familiar,

De pronto, noté como el cansancio invadía mi mente y una flojera se apoderaba de mis piernas, haciendo que mi cuerpo no respondiera a la orden de mantenerse. Cuando pensé que mi cabeza iba a tocar el suelo estaba flotando en el aire. Dirigí la mirada hacía el chico que me cogió al vuelo y pude ver su rostro con una expresión de preocupación. Comenzó a abrir los labios para decir algo.

-¿Te encuentras bien? – Dijo una voz aterciopelada procedente de sus labios rosados – Has estado demasiadas horas atada en esa estúpida silla. Pasará un rato hasta que te circule bien la sangre de nuevo.
 

***

<3

6 comentarios:

  1. Holi!
    Jo, esta si que es una historia de las viejas xD Ya no me acordaba que la hubieras terminado.
    Como ya te esperas me ha gustado, y me ha entrado algo de nostalgia al leerla jajaja, algunas cosas no las recordaba, pero en general me dejas con ganas de más, como cabía esperar.
    ¡Un besín!

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    1. Tenía que sacarla a que le diera el aire jajaja. Night se puso celoso de que sacara a Maiga y los demás y tuve que subirla.
      Me gusta que te acuerdes y de que te guste.
      Besoss
      <3

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  2. Vaya, yo también quiero un rescate así, que pasada :O
    La verdad es que pinta muy bien, he leido también el principio y me ha encantado, espero ansiosa la siguiente parte, un besooo
    Lena desde Compases Rotos

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    1. JJjajaja y yo tambien lo quiero jajaj
      Me alegro muchisimo de que te haya gustado :)
      Besos

      <3

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  3. ¡Hola guapa! He visto el capítulo dos así que tenía que leer antes el primero ^^
    Me ha gustado mucho y me he enganchado ^^ A ver si mañana puedo leer el dos ^^
    Un besazo guapaaaa!!! :)

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    1. Jwjeje me alegro de que te haya gustaado y que te enganche.
      Perdona por contestarte tan tarde :(
      Espero verte por aquí de nuevo.
      Besoss
      <3

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