Buenos/as dias, tardes, noches mis queridas nubecitas esponjosas.
¿Que tal va la semana? Yo malita, como no. Ya me decía mi abuela, que me tenían que haber llamado maria dolores. Pero bueno, si eso juntamos mis manos que parecen un mapa de arañazos para gatos, ya vamos (ahora pondré una foto en el twitter).
Y bueno, se que muchas esperabais un trozo de N&L, pero nop. Hace mucho tiempo que no subo nada de SDLD y se que, aunque no lo digan, hay gente por ahí que le gusta esta historia y además, estuve teniendo sueños con Javier (ejem, no pensemos mal), asique aquí está un trocito más del capitulo 2. Ya queda mucho menos para el capitulo 3.
Espero que os guste.
Saludos.
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¿Que tal va la semana? Yo malita, como no. Ya me decía mi abuela, que me tenían que haber llamado maria dolores. Pero bueno, si eso juntamos mis manos que parecen un mapa de arañazos para gatos, ya vamos (ahora pondré una foto en el twitter).
Y bueno, se que muchas esperabais un trozo de N&L, pero nop. Hace mucho tiempo que no subo nada de SDLD y se que, aunque no lo digan, hay gente por ahí que le gusta esta historia y además, estuve teniendo sueños con Javier (ejem, no pensemos mal), asique aquí está un trocito más del capitulo 2. Ya queda mucho menos para el capitulo 3.
Espero que os guste.
Saludos.
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A pocos metros de donde estaban Olivia y Maiga, una pareja sentada en
la cama seguían en silencio, intentando no hacer nada innecesario. Javier sabía
lo que Nubia quería pero también sabía que ella no haría nada para no causarle
daño a su amiga. Sin embargo, le acarició la mano, un movimiento que pocas
veces podía reprimir.
- Entonces - dijo
Nubia, intentando romper el silencio, sonrojándose por el roce de sus manos -
¿Es verdad que estás saliendo con Capricce?
- Bueno, no
exactamente - suspiró, apartando su mano de ella - Estamos pero sin ataduras.
Me pidió un oportunidad y, bueno, ya sabes porqué acepté… ¿No estarás celosa? -
preguntó, dibujando una sonrisa pícara en su rostro, mientras sin darse cuenta,
una de sus manos le acarició el pelo.
-¿Yo? Sabes que no… -
sonrió inocentemente, apartando la vista de esos ojos, que ella muy bien sabía
que no podía mentirle si los miraba.
- Si, lo se… -
suspiró, acercándose a ella. Sin embargo, no llegó a abrazarla, ya que había
notado algo extraño - ¿Um? - frunció el ceño, mirando hacia varios lados.
Faltaba alguien en la casa.
- ¿Qué pasa? - dijo
Nubia, volviendo la cara hacia Javier.
- No oigo los pasos
de Olivia… - confesó Javier, extrañado, apartando delicadamente a Nubia de su
lado y levantándose rápido de la cama, comenzó a caminar por la habitación.
- Ahora que lo dices…
No se ha oído ningún ruido… Ni siquiera la nevera pitando por estar abierta…
- Voy a ir a ver. Tú
quédate aquí.
Justo cuando Javier estaba apunto de salir por la puerta de la
habitación, el móvil del susodicho empezó a sonar con fuerza, haciendo vibrar
la cama y sobresaltando a Nubia. Extrañados por alguien llamara a esas horas,
empezaron a buscarlo, hasta que debajo de una almohada Javier vio el Nokia azul
que llevaba por teléfono.
- ¿Si? - miró Nubia -
Si, está aquí a mi lado. Te la paso. - le tendió el móvil con el ceño fruncido.
- Es Mónica.
- Em… Hola Moni -
contestó extrañada - ¿Ha pasado algo?
- Bueno, ahora ya sé
que Javi está contigo y solo me queda una duda ¿Ha ido Oli a tu casa?
- Si, hace un rato ha
venido con Javier, ¿Por qué?
- Pues puede que en un
rato tengas un pequeño problema. Nuestra pequeña Sofía ha hecho, bueno, digamos
que ha provocado un poco a Maiga y sus celos. Asique no tardará en aparecer por
ahí un tanto salido de sus casillas. ¿Está Oli por ahí?
- ¿Olivia? Pues ahora
mismo está…
- Con Maiga en la
entrada de tu casa - dijo Javier, mirando por la ventana. - Tengo que bajar,
noto algo extraño.
- ¿¡Qué!? - gritó
Nubia, soltando el móvil.
En un segundo, Javier salió corriendo de la habitación. Sin saber muy
bien que hacer, Nubia cogió el móvil escuchando pequeños susurros de la voz de
Mónica.
- Lo siento Moni,
tengo que dejarte. El terremoto ha tocado a mi puerta. Luego hablamos, un beso
- dijo rápidamente antes de colgar.
Cogió con fuerza las muletas y se dispuso a bajar las escaleras
cuidadosamente. Tenía que ir a la entrada de su casa y explicarlo todo para que
nada se descontrolara. No era el mejor momento para los celos de Maiga. Pisando
el último escalón, notó una fuerte energía acercándose peligrosamente rápido
hacía ellos. Perfecto. Más problemas.
- Y pensaba que tenía
bastante con una pierna rota.
***
Coriu notó una fuerte presión de energía y nostalgia al llegar al
sitio que debía ir. Recuperando el aliento, analizó la situación.
- Joder, por fin te
encontré - dijo Coriu, exasperado - No has cambiado absolutamente, Maiga. Se
podría decir que tu poder a disminuido - sonrió, lamiéndose los labios.
Agazapándose sobre una rama, Coriu se encontraba en el pequeño parque
que había enfrente de la casa de Nubia, observando la extraña escena. Había
estado saltando de árbol en árbol desde el acantilado, el cual estaba
prácticamente al otro lado de la ciudad. La explanada que había pasado, la cual
estaba al lado del parque en el que estaba, de una gran inmensidad, le había
causado varias dificultades para esconderse, pero bueno. Ya estaba allí y eso
era lo que importaba.
Frunció el ceño al darse cuenta de quien era la persona con la que
hablaba Maiga, la misma que había conseguido llevarlo hasta allí.
- Oh… No puede ser…
Saltó varias ramas, acercándose hacia la muchacha. Justo al colocarse
en un lugar con mejores vistas sin poder ser descubierto, una pequeña ráfaga de
energía le impactó, consiguiendo que se tambaleara en el sitio casi perdiendo
el equilibrio. Dando una vuelta entera a la rama, por fin confirmó sus
sospechas.
- Mi pequeña Olivia…-
sonrió macabramente - Esto hará mucho más fácil crear un poco de caos.
Antes de que le diera tiempo a coger impulso, una canción un tanto
tétrica comenzó a sonar desde su pantalón, haciéndole suspirar indignado ante
la inoportuna llamada, la cual ya sabía de quien era.
- ¿Qué quieres ahora?
- preguntó al teléfono, cogiéndolo por un extremo, sin llegar a apoyarlo contra
su cara.
- Cuidadito con lo
que dices… - contestó una voz femenina por el otro lado del teléfono.
- Si, mi señora.
Disculpe mi osadía. - notó un pequeño calambre en el cuello.
- ¿Ya lo encontraste?
Olvidé tu pésima orientación.
- Si. Javier y Nubia
están dentro de la casa, pero él está con Olivia. Pensaba utilizar la situación
para…
- Querido desalmado…
- dijo la voz misteriosa, con cierto tono enfadado - No te dejes llevar por tus
caprichos…Por ahora… Haz lo que tienes que hacer y vuelve.
Se formó una sonrisa amplia en la cara de Coriu al mismo tiempo que su
señora decía sus últimas palabras antes de colgar el teléfono.
- No hay quien la
entienda - negó Coriu, alzándose encima de la rama mientras absorbía energía
del bosque, dejando algunos árboles mustios - Pronto tendremos un nuevo
miembro…
***
Mientras tanto, delante de la puerta de Nubia, un nervioso Maiga
seguía intentando pensar en algo coherente para poder contestar a la pregunta
prometedora que le había echo su querida amiga. De repente, notó una presión
muy fuerte procedente del bosque.
- Ah… - frunció el
ceño dirigiendo la mirada a varios lados. - ¡Cuidado!- gritó al tiempo que un
sombra se dirigía a gran velocidad hacia ellos.
- ¿Eh?
En apenas segundos, Olivia se giró rápidamente sin darle tiempo a ver
como algo o alguien caía encima de ella pero, una segunda sombra la atrapó
esquivando a la primera a tiempo. Rodeándola con su propio cuerpo, Javier cogió
a Olivia con un salto, cayendo los dos a varios metros lejos de Maiga y al
desconocido.
- ¿Estás bien? -
preguntó él, abriendo sus brazos para que Olivia se levantara.
- Si, gracias Javi,
pero ¿Qué está pasando? ¿Quién es ese?
- Un viejo conocido -
espetó Javier, poniéndola detrás de él intentando ponerla salvo.
Los dos miraron como el desconocido, alto y no muy corpulento, luchaba
contra Maiga a una velocidad vertiginosa. Sin poder explicarse que estaba
pasando, Olivia se quedó detrás de Javier, intentando observar la escena sin
perder ningún detalle. Nunca había visto a Maiga usar la violencia.
Maiga estaba entre sorprendido y enfadado. No se esperaba verlo ahí y
menos en la situación en la que se encontraba. Tampoco tenía mucho tiempo para
pensar, esquivando las rápidas acciones de su eterno enemigo.
- ¿Qué haces tu aquí?
- preguntó Maiga al desconocido, esquivando un puñetazo y devolviéndolo.
-
¿Oh?... ¿Me recuerdas? - sonrió el joven de pelo castaño, haciendo una cinta e
intentando atacarlo por detrás.
-
¡Já! - esquivó el ataque y se alejó varios pasos - Como olvidar al asesino de
mis padres, ¿no, Coriu?
-
Ya veo que no… - susurró Coriu, riendo por lo bajo dibujando una media sonrisa
en su inmaculado rostro.
<3
¿Y me dejas así? Es como si comenzase la acción y de golpe lo dejases todo, para comenzar mejor el próximo capítulo y dejarnos con las ganas *-*
ResponderEliminarNo sé qué decirte, evidentemente estoy deseando leer más, se me ha pasado super rápido.
¡Un besín!
Hola! Te nominé a un premio en mi blog! http://cronuxcaroycaro.blogspot.mx/2015/02/premios-premio-best-blog.html
ResponderEliminarSaludos! ojala puedas pasarte