miércoles, 25 de febrero de 2015

SDLD - Cap.2 d)

Buenos/as dias, tardes, noches mis queridas nubecitas esponjosas.

¿Que tal va la semana? Yo malita, como no. Ya me decía mi abuela, que me tenían que haber llamado maria dolores. Pero bueno, si eso juntamos mis manos que parecen un mapa de arañazos para gatos, ya vamos (ahora pondré una foto en el twitter).

Y bueno, se que muchas esperabais un trozo de N&L, pero nop. Hace mucho tiempo que no subo nada de SDLD y se que, aunque no lo digan, hay gente por ahí que le gusta esta historia y además, estuve teniendo sueños con Javier (ejem, no pensemos mal), asique aquí está un trocito más del capitulo 2. Ya queda mucho menos para el capitulo 3.

Espero que os guste.
Saludos.

************************************************


A pocos metros de donde estaban Olivia y Maiga, una pareja sentada en la cama seguían en silencio, intentando no hacer nada innecesario. Javier sabía lo que Nubia quería pero también sabía que ella no haría nada para no causarle daño a su amiga. Sin embargo, le acarició la mano, un movimiento que pocas veces podía reprimir.
            - Entonces - dijo Nubia, intentando romper el silencio, sonrojándose por el roce de sus manos - ¿Es verdad que estás saliendo con Capricce?
            - Bueno, no exactamente - suspiró, apartando su mano de ella - Estamos pero sin ataduras. Me pidió un oportunidad y, bueno, ya sabes porqué acepté… ¿No estarás celosa? - preguntó, dibujando una sonrisa pícara en su rostro, mientras sin darse cuenta, una de sus manos le acarició el pelo.
            -¿Yo? Sabes que no… - sonrió inocentemente, apartando la vista de esos ojos, que ella muy bien sabía que no podía mentirle si los miraba.
            - Si, lo se… - suspiró, acercándose a ella. Sin embargo, no llegó a abrazarla, ya que había notado algo extraño - ¿Um? - frunció el ceño, mirando hacia varios lados. Faltaba alguien en la casa.
            - ¿Qué pasa? - dijo Nubia, volviendo la cara hacia Javier.
            - No oigo los pasos de Olivia… - confesó Javier, extrañado, apartando delicadamente a Nubia de su lado y levantándose rápido de la cama, comenzó a caminar por la habitación.
            - Ahora que lo dices… No se ha oído ningún ruido… Ni siquiera la nevera pitando por estar abierta…
            - Voy a ir a ver. Tú quédate aquí.
Justo cuando Javier estaba apunto de salir por la puerta de la habitación, el móvil del susodicho empezó a sonar con fuerza, haciendo vibrar la cama y sobresaltando a Nubia. Extrañados por alguien llamara a esas horas, empezaron a buscarlo, hasta que debajo de una almohada Javier vio el Nokia azul que llevaba por teléfono. 
            - ¿Si? - miró Nubia - Si, está aquí a mi lado. Te la paso. - le tendió el móvil con el ceño fruncido. - Es Mónica.
            - Em… Hola Moni - contestó extrañada - ¿Ha pasado algo?
            - Bueno, ahora ya sé que Javi está contigo y solo me queda una duda ¿Ha ido Oli a tu casa?
            - Si, hace un rato ha venido con Javier,  ¿Por qué?
            - Pues puede que en un rato tengas un pequeño problema. Nuestra pequeña Sofía ha hecho, bueno, digamos que ha provocado un poco a Maiga y sus celos. Asique no tardará en aparecer por ahí un tanto salido de sus casillas. ¿Está Oli por ahí?
            - ¿Olivia? Pues ahora mismo está…
            - Con Maiga en la entrada de tu casa - dijo Javier, mirando por la ventana. - Tengo que bajar, noto algo extraño.
            - ¿¡Qué!? - gritó Nubia, soltando el móvil.
En un segundo, Javier salió corriendo de la habitación. Sin saber muy bien que hacer, Nubia cogió el móvil escuchando pequeños susurros de la voz de Mónica.
            - Lo siento Moni, tengo que dejarte. El terremoto ha tocado a mi puerta. Luego hablamos, un beso - dijo rápidamente antes de colgar.
Cogió con fuerza las muletas y se dispuso a bajar las escaleras cuidadosamente. Tenía que ir a la entrada de su casa y explicarlo todo para que nada se descontrolara. No era el mejor momento para los celos de Maiga. Pisando el último escalón, notó una fuerte energía acercándose peligrosamente rápido hacía ellos. Perfecto. Más problemas.
            - Y pensaba que tenía bastante con una pierna rota.
***
Coriu notó una fuerte presión de energía y nostalgia al llegar al sitio que debía ir. Recuperando el aliento, analizó la situación.
            - Joder, por fin te encontré - dijo Coriu, exasperado - No has cambiado absolutamente, Maiga. Se podría decir que tu poder a disminuido - sonrió, lamiéndose los labios.
Agazapándose sobre una rama, Coriu se encontraba en el pequeño parque que había enfrente de la casa de Nubia, observando la extraña escena. Había estado saltando de árbol en árbol desde el acantilado, el cual estaba prácticamente al otro lado de la ciudad. La explanada que había pasado, la cual estaba al lado del parque en el que estaba, de una gran inmensidad, le había causado varias dificultades para esconderse, pero bueno. Ya estaba allí y eso era lo que importaba.
Frunció el ceño al darse cuenta de quien era la persona con la que hablaba Maiga, la misma que había conseguido llevarlo hasta allí.
            - Oh… No puede ser…
Saltó varias ramas, acercándose hacia la muchacha. Justo al colocarse en un lugar con mejores vistas sin poder ser descubierto, una pequeña ráfaga de energía le impactó, consiguiendo que se tambaleara en el sitio casi perdiendo el equilibrio. Dando una vuelta entera a la rama, por fin confirmó sus sospechas.
            - Mi pequeña Olivia…- sonrió macabramente - Esto hará mucho más fácil crear un poco de caos.
Antes de que le diera tiempo a coger impulso, una canción un tanto tétrica comenzó a sonar desde su pantalón, haciéndole suspirar indignado ante la inoportuna llamada, la cual ya sabía de quien era.
            - ¿Qué quieres ahora? - preguntó al teléfono, cogiéndolo por un extremo, sin llegar a apoyarlo contra su cara.
            - Cuidadito con lo que dices… - contestó una voz femenina por el otro lado del teléfono.
            - Si, mi señora. Disculpe mi osadía. - notó un pequeño calambre en el cuello.
            - ¿Ya lo encontraste? Olvidé tu pésima orientación.
            - Si. Javier y Nubia están dentro de la casa, pero él está con Olivia. Pensaba utilizar la situación para…
            - Querido desalmado… - dijo la voz misteriosa, con cierto tono enfadado - No te dejes llevar por tus caprichos…Por ahora… Haz lo que tienes que hacer y vuelve.
Se formó una sonrisa amplia en la cara de Coriu al mismo tiempo que su señora decía sus últimas palabras antes de colgar el teléfono.
            - No hay quien la entienda - negó Coriu, alzándose encima de la rama mientras absorbía energía del bosque, dejando algunos árboles mustios - Pronto tendremos un nuevo miembro…
***
Mientras tanto, delante de la puerta de Nubia, un nervioso Maiga seguía intentando pensar en algo coherente para poder contestar a la pregunta prometedora que le había echo su querida amiga. De repente, notó una presión muy fuerte procedente del bosque.
            - Ah… - frunció el ceño dirigiendo la mirada a varios lados. - ¡Cuidado!- gritó al tiempo que un sombra se dirigía a gran velocidad hacia ellos.
            - ¿Eh?
En apenas segundos, Olivia se giró rápidamente sin darle tiempo a ver como algo o alguien caía encima de ella pero, una segunda sombra la atrapó esquivando a la primera a tiempo. Rodeándola con su propio cuerpo, Javier cogió a Olivia con un salto, cayendo los dos a varios metros lejos de Maiga y al desconocido.
            - ¿Estás bien? - preguntó él, abriendo sus brazos para que Olivia se levantara.
            - Si, gracias Javi, pero ¿Qué está pasando? ¿Quién es ese?
            - Un viejo conocido - espetó Javier, poniéndola detrás de él intentando ponerla  salvo.
Los dos miraron como el desconocido, alto y no muy corpulento, luchaba contra Maiga a una velocidad vertiginosa. Sin poder explicarse que estaba pasando, Olivia se quedó detrás de Javier, intentando observar la escena sin perder ningún detalle. Nunca había visto a Maiga usar la violencia.
Maiga estaba entre sorprendido y enfadado. No se esperaba verlo ahí y menos en la situación en la que se encontraba. Tampoco tenía mucho tiempo para pensar, esquivando las rápidas acciones de su eterno enemigo.
            - ¿Qué haces tu aquí? - preguntó Maiga al desconocido, esquivando un puñetazo y devolviéndolo.
            - ¿Oh?... ¿Me recuerdas? - sonrió el joven de pelo castaño, haciendo una cinta e intentando atacarlo por detrás.
            - ¡Já! - esquivó el ataque y se alejó varios pasos - Como olvidar al asesino de mis padres, ¿no, Coriu?
            - Ya veo que no… - susurró Coriu, riendo por lo bajo dibujando una media sonrisa en su inmaculado rostro.

<3





2 comentarios:

  1. ¿Y me dejas así? Es como si comenzase la acción y de golpe lo dejases todo, para comenzar mejor el próximo capítulo y dejarnos con las ganas *-*
    No sé qué decirte, evidentemente estoy deseando leer más, se me ha pasado super rápido.
    ¡Un besín!

    ResponderEliminar
  2. Hola! Te nominé a un premio en mi blog! http://cronuxcaroycaro.blogspot.mx/2015/02/premios-premio-best-blog.html
    Saludos! ojala puedas pasarte

    ResponderEliminar